Para muchos volver a las oficinas ya no es una opción, pero el home office puro tampoco. En esta nota te contamos cómo lograr el equilibrio adecuado para trabajar de la mejor manera.
El avance del proceso de vacunación contra el coronavirus en el mundo puso en la mira de las empresas líderes la posibilidad de un retorno de sus colaboradores a las oficinas, que habían sido emparchado por el trabajo remoto.
Google, por ejemplo, prevé para sus 200.000 empleados una vuelta que no supondrá el abandono total de lo virtual. Además, prevé un modelo de oficina sin puestos estáticos. Instalará, en cambio, lo que se conoce como ´team pods`, módulos con ruedas que podrán reorganizarse según las necesidades del trabajo.
Las salas de reuniones del gigante tecnológico serán cambiadas por semicírculos llamados ´campfire´, al estilo fogón, donde los trabajadores a distancia se muestran en videoconferencia con una pantalla e intercalan asientos con el personal presencial. Habrá, además, turnos de presencialidad intercalados que eviten el contacto con los compañeros cercanos de escritorio.
Spotify, lanzó para sus trabajadores el programa Work From Anywhere (WFA, trabaja desde cualquier lugar) en el que, para fomentar el trabajo remoto en forma intensa, habilitará que sus empleados escojan el sitio que quieran en el mundo donde "piensen y creen mejor".
En un comunicado, la compañía explicó: "Estamos dándoles a los empleados la oportunidad de elegir un modo de trabajo, bien sea que prefieran trabajar principalmente en casa, en la oficina, un café, el salón de un hotel o un espacio de co-working, así como su ubicación geográfica".
En la Argentina, muchas compañías anunciaron a sus empleados que el retorno a la oficina tampoco supondría un tipo de presencialidad similar a la etapa previa a la pandemia. Comunicaron, en algunos casos, que sería una vuelta muy gradual o muy parcial, con esquemas mixtos entre lo virtual y la asistencia al trabajo, mientras que en otros directamente avisaron que se mantendría el teletrabajo indefinidamente.
La tendencia hacia el desplazamiento de la centralidad de la oficina como espacio de trabajo trasciende la pandemia y tiene de base el dato de que, según el INDEC, de un total de 11,7 millones de trabajadores cubiertos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), entre 3,1 y 3,3 millones se dedican a actividades que podrían ser realizadas desde el hogar. Así, más del 25% de los trabajadores podrían trabajar remoto.
En este contexto, se abre paso con mayor intensidad la figura de un 'tercer lugar' entre la oficina y la casa para trabajar, una alternativa para superar toda una serie de problemas asociados al desempeño de las tareas desde el hogar, como problemas de conectividad, falta de espacios adecuados, la desacostumbrada coexistencia de las rutinas familiares con las laborales, entre otras cosas.
Mariela Mociulsky, fundadora y CEO de Trendsity -consultora de investigación, innovación y análisis de tendencias sociales y culturales- define a esos “terceros lugares” como “espacios de trabajo compartido -por fuera del hogar y de las oficinas- que crecieron conforme aumentó la demanda de trabajos flexibles y móviles”.
“Se estima que vamos a seguir con un nuevo blend entre la presencialidad y la virtualidad. Si bien las personas quieren reencontrarse y volver a ver a sus compañeros y trabajar con otros, lo cual estimula la creatividad, también se está valorando el no tener que perder mucho tiempo en las distancias y los desplazamientos, el tránsito y por supuesto, el miedo a los contagios. Pero la presencialidad no se va a perder, sino que será reformulada”, anticipa Mociulsky.
“Con la idea de tercer lugar lo que se busca es tratar de conectar la necesidad del usuario, que podrá trabajar donde lo necesite en el momento en que lo necesite y con las condiciones de confort y operatividad que se adapten a sus cambiantes requerimientos, con las de las empresas que buscan, a partir de la descentralización del espacio laboral, aumentar la productividad de sus empleados que no tendrán que perder tiempo y energía en traslados innecesarios”, explica Pablo Di Filippo CEO y cofundador de benomad, la startup argentina que ofrece a través de una app espacios de trabajo en restaurantes, hoteles, librerías y bares, entre otros lugares.
Benomad tiene más de 70 lugares en CABA, GBA y La Plata (con espacios destacados
Hotel Meliá, Paseo La Plaza, Galerías Pacífico, Miravida Soho Hotel, Selina Palermo, Patios de San Telmo, BASA, Mudra, Tanta, Million, Hell´s Pizza, Hard Rock Café, Baxar Mercado La Plata, Hoteles Days Inn y Grand Brizo en La Plata y varios paradores y espacios en la costa atlántica como Tante, La Gamba, La Serena y Temple en Pinamar, Cariló y Valeria del Mar, entre otros) y ya se encuentra extendiendo su presencia a nivel nacional e incluso en otros países como España y Uruguay.
La idea de benomad es win win por partida triple, ya que también recoge la necesidad de los owners de bares y restaurantes que obtendrán mayor volumen de ventas en tiempos ociosos, ingreso de nuevos clientes por pertenecer a la comunidad, mayor visibilidad y exposición de su marca e instalación WiFi de alta velocidad como elemento diferenciador a cargo de la aplicación.
“La insatisfacción de las personas tanto con el lugar como con las dinámicas de trabajo burocráticas también afecta a las empresas a la hora de atraer y retener talentos”, advierte Nacho Basso, co-founder de Seeds, la comunidad de talento freelance de América Latina.
“Contratar a un/a seeder validado no sólo en base a parámetros de excelencia sino ajustado a la específica necesidad del proyecto es más efectivo y confiable que otras alternativas”, asegura Basso. Al dia de la fecha, Seeds exporta sus servicios a países de Sudamérica y Centroamérica.
"Una cultura de trabajo flexible se construye en la confianza, la comunicación, la colaboración y la conexión, y en reconocer que todos somos individuos con diferentes necesidades y rituales, lo que nos da el estado de ánimo adecuado para dejar de lado algunas verdades elegidas y, en lugar de eso, encontrar lo que sea mejor para nuestro negocio y nuestra gente", dijo Spotify en una carta a sus empleados.
Pero el cambio en la “sede” del trabajo viene acompañado de una tendencia mundial que se está gestando hace años y el covid fue un pie en el acelerador a todo este proceso. Cada vez más las empresas necesitan agilidad en sus estructuras y acceso a talento que agregue valor de manera inmediata. Por otro lado, hay un universo (cada vez más grande) de profesionales independientes que quieren trabajar en estas multinacionales pero no en una “relación de dependencia” sino de “beneficio mutuo”.
Comunidades de profesionales como Seeds tienen el desafío de ofrecerles a los freelancers las mejores herramientas, beneficios y condiciones. Que el talento se enfoque en ejecutar, sabiendo que puede trabajar en proyectos que generen impacto, en lugares cómodos en dónde se puedan enfocar y con beneficios que solían tener en sus trabajos en relación de dependencia.
“Oficinas resignificadas”: donde fluya la inspiración y la productividad sacando lo mejor de cada colaborador no importa en qué parte del mundo se encuentre.
En Seeds tenemos el mejor talento on-demand validado. Si querés contratar talento, podés hacerlo acá, y si querés postularte cómo seeder podés hacerlo en este link.