The Monthly Seed

Historias de la Crypta

La #RevoluciónCrypto vino a cambiarlo todo. Como cualquier avance tecnológico es inevitable que sacudan los sistemas financieros y hagan temblar a las esferas sociales, políticas y culturales. Así como sucedió con Internet, quedarse afuera del universo crypto y de las finanzas descentralizadas, ya no es una opción sensata. Lejos quedaron los tiempos en que los early birds hablaban de crypto en foros de dudosa procedencia o en bares con arcades de fondo. Ese club que era solo para unos pocos miembros y estaba restringido a los personajes de IT, abrió sus puertas al ciudadano común y el proceso de admisión es cada día más accesible.

La forma en que nos acercamos a las finanzas cambió y no hay retorno o berrinche que vaya a frenar las hordas de esta revolución. Los escépticos están lentamente pasándose al bando del beneficio de la duda, y aquellos que aún perciben al Bitcoin como una monedita de un Monopoly del metaverso, están empezando a comprender que no se trata de un juego de azar para fanáticos futuristas, ni de un código secreto y exclusivo para mentes brillantes hibernando en un sótano con mil pantallas.

El otro día, mi madre me contó muy campante que se descargó la app de Lemon y que empezó a “coleccionar” Bitcoins con cada compra que hacía con la tarjeta más canchera del condado. Y así como hizo mi madre, ya son muchas las personas de +60 que se animaron a romper la barrera de desconocimiento y desconfianza que había hasta el momento en el mundo crypto. ¿Un poco porque es cool y divertido? Pues claro. ¿Un poco para no envejecer a cada minuto y mostrar desconcierto durante las conversaciones de los sub-30? También. Pero los motivos son muchos y hoy voy a intentar hacer una aproximación a los impulsores que llevaron a la cima a las finanzas descentralizadas, a partir de ahora DeFi (Decentralized Finance)en Argentina y en Latam. No en Berlín ni en Silicon Valley.  Las palabras claves: innovación, inclusión, transparencia y control del usuario.

Primero lo primero, qué son las criptomonedas y cómo funcionan: son monedas digitales que se pueden usar para ahorrar, comprar productos, pagar servicios o invertir, que utilizan la criptografía para garantizar y corroborar transacciones, así como para controlar la emisión de nuevas unidades. ¿Qué las convirtió en las reinas de la graduación? Que son descentralizadas y que no son creadas ni emitidas por ninguna autoridad de ningún tipo, lo que las convierte en intocables para cualquier gobierno. Nadie puede interferir, no hay ningún ente que centralice ni gestione ni determine su valor. Eso es tarea de los usuarios.

Algunas de sus ventajas más destacadas: no están atadas a ninguna institución, facilitan las transferencias de fondos, tienen comisiones muy bajas, son confidenciales y resguardan los datos personales de quienes las usan, y son más cómodas y funcionales que el efectivo o las tarjetas. Datito de color: la Ciudad de Buenos Aires habilitará el pago de impuestos con criptomonedas.  

Damos por terminada la intro y nos metemos de lleno con la tendencia que rockea los mercados: DeFi. ¿Qué son? Son todos los servicios financieros que se llevan acabo a través de la Blockchain y las criptomonedas, para prestar servicios financieros sin intermediarios. Es decir, aquí los bancos no tienen ni voz ni voto. Tampoco las grandes corporaciones, ni las instituciones gubernamentales ni los organismos regulatorios.  ¿Esto es bueno? Dios y el tiempo lo dirán. ¿Quién es el “nuevo banco” o intermediario? Los contratos inteligentes. (Y es por eso que Etherium la está rompiendo, porque también se ejecuta según Smart contracts y por esa razón la mayoría de los protocolos DeFi usan esa blockchain).  En pocas palabras, el movimiento DeFi modificó las reglas de juego y le están peleando la soberanía a los bancos. Se trata de un upgrade del estallido Bitcoin o del dinero digital, es una alternativa nivel bolsa de valores. Y así como nosotros estudiamos la Revolución Rusa o el Mayo Francés, las próximas generaciones estudiarán la revolución financiera.

Las DeFi representan una solución que impacta tanto a inversiones, préstamos, criptomonedas, stablecoins o potenciales exchanges. Pero, ahora bien, todo eso que parece tan complicado debería como mínimo traer cuantiosos beneficios, teniendo en cuenta que su comprensión no es una misión de lectura pasatista. Algunos que sobresalen:

1)Eficiencia. Al poder mover el capital sin bancos ni intermediarios, básicamente toda transacción depende de nosotros.

2)Menos costos. Oficinas, salarios, comisiones y la lista es infinita.

3)Mercados más abiertos, inclusivos y diversos. ¿Tenés internet? Bienvenido. No importa cuál es tu perfil de riesgo, cómo te vestís o en qué país vivís.(Conocimientos de programación mediante obviamente, pero sólo porque estamos en la primera etapa).

4)No hay que pedir perdón, ni permiso. No se requiere confianza alguna y todos tenemos acceso. Ni DNI te piden.

5)Transparencia. Es el sueño de cualquier compliance officer. Todas las acciones son públicas, todo queda en la blockchain. (El escándalo Siemens no hubiera ocurrido, por ejemplo).

6)Control sobre sus finanzas. (Como verán muchos de los beneficios son similares a los del uso de criptomonedas, pero un pasito más allá). Inversiones, préstamos sin autorización, intercambio de cryptos, etc.

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