Descubre por qué ser 'bueno para nada' puede ser tu mayor fortaleza en el cambiante mundo laboral. Desde desafiar las expectativas hasta abrazar la versatilidad, exploraremos cómo un enfoque generalista puede ser la clave para el éxito profesional. ¡Aprende a contar tu historia de manera única y potencia tu carrera!
Hay una frase que ha rondado por mucho tiempo en nuestra cultura y que suele ir acompañada de una connotación negativa: ser “bueno para nada”. Sin embargo, he llegado a darme cuenta de que, si la analizamos desde una perspectiva distinta, quizás encontremos en ella algo profundamente valioso. En este artículo, aprende que ser un "bueno para nada" puede ser una fortaleza en el mundo laboral moderno, especialmente en un entorno que está en constante cambio.
Muchas veces, cuando intentaba vender un proyecto o me encuentro en la situación de “venderme” a mí mismo en una entrevista, me descubro diciendo algo como: "Tengo uno o dos años de experiencia en la empresa X, en la industria Y. También trabajé en la empresa Z, en la industria Z, durante un año". Pero aquí surge el problema: en un mundo donde cada segundo cuenta y las primeras impresiones son cruciales, esta forma de presentarme no es efectiva.
Es posible que quien me escucha llegue rápidamente a conclusiones como "no tiene suficiente experiencia en la industria" o "sabe muchas cosas, pero no es experto en ninguna". Sumado a que hoy en día existen muchos softwares con herramientas de IA, que pueden identificar cuantos años de experiencia tienes en tal industria o en cierto cargo. Y claro, mi CV o perfil de LinkedIn, que es una “ensalada” de distintas experiencias y habilidades, podría corroborar esa impresión inicial o sesgo del software, contribuyendo a la confusión del reclutador o “descarte en el primer filtro”.
Esta preocupación me llevó a explorar enfoques alternativos para entender el éxito y el desarrollo profesional. En mi búsqueda de cómo comunicar más eficazmente mis habilidades y experiencias, especialmente cuando son variadas, llegué a una charla TED de David Epstein y su libro "Range". Epstein ofrece una crítica detallada a la teoría de las 10,000 horas popularizada por Malcolm Gladwell del libro Outliers.
Según esta teoría, se requieren al menos 10,000 horas de práctica deliberada en un área específica para alcanzar el dominio en esa área. El ejemplo más famoso para ilustrar esta idea y el concepto de los “Especialistas” es el del golfista Tiger Woods, quien empezó a practicar desde que era un niño y se especializó de manera intensiva en el golf. Su éxito y habilidad en el deporte se atribuyen comúnmente a esta dedicación temprana y enfocada.
Sin embargo, Epstein argumenta que este enfoque unidimensional no es el único camino hacia el éxito. Para respaldar su argumento e introducir los conceptos de “Especialista tardío o Generalista”, Epstein nos cuenta el caso de Roger Federer, un deportista que tuvo una infancia mucho más diversa en términos de participación deportiva. Federer jugó varios deportes antes de especializarse en el tenis, y Epstein sugiere que esta diversificación contribuyó a su habilidad para adaptarse y sobresalir en un deporte que es dinámico y exige una amplia gama de habilidades.
La noción de que "la especialización temprana es siempre mejor" es demasiado simplista. La diversificación y la exploración de múltiples intereses y habilidades, especialmente en etapas tempranas de la vida, pueden ofrecer ventajas significativas, como la adaptabilidad y la creatividad, que son cada vez más valoradas en un mundo que cambia rápidamente. Epstein los va argumentando detalladamente en su libro con historias y estudios en distintos ámbitos.
Con lo anterior hice click y dije: Soy generalista! Y estoy en búsqueda de mi especialización. Lo que pensaba de “no tener rumbo” es simplemente mi periodo de prueba, tener años de experiencia en un puesto no es lo mismo que experiencia para resolver problemas.
Estos son algunos de los aprendizajes que quiero compartir:
1. Enfócate en Tu Versatilidad: Si eres un generalista, la versatilidad es tu punto fuerte. No te limites a enumerar tus experiencias; enlázalas para mostrar cómo cada una te ha preparado para tu próxima aventura.
2. Sé Narrador de Tu Propia Historia: No dejes que sea el entrevistador quien intente conectar los puntos. Cuenta tu historia y como tus diversas habilidades y experiencias se pueden combinar de manera única para resolver problemas complejos.
3. Conoce a Tu Audiencia: No todos buscan un generalista, pero muchos sí lo hacen sin saberlo. Si puedes identificar qué es lo que realmente necesita tu interlocutor, cuál es su problema, estarás en una mejor posición para presentar tu historial de forma atractiva. Empresas chicas o emprendimientos en formación pueden ser tu mercado o sino proyectos multidisciplinarios en empresas grandes.
4. El Poder de los Medios Digitales: Las redes sociales y otros medios digitales se han convertido en plataformas excepcionales para ir contando nuestra historia. Es un espacio ideal para que potenciales empleadores, reclutadores, inversionistas o socios se hagan una idea más completa de quiénes somos, más allá del CV o una breve conversación.
En resumen, lejos de ser un "bueno para nada", ser un generalista te ofrece la adaptabilidad, creatividad y versatilidad necesarias para prosperar en un mundo en constante cambio. No veas tu camino no lineal como un impedimento para lograr el éxito, la clave está en cómo cuentas tu historia y cómo haces que cada capítulo, por más disímil que parezca, contribuya al argumento general.
Entonces, ¿eres un Generalista o un Especialista? Y más importante aún, ¿cómo estás contando tu historia para reflejarlo?
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