Nunca hubiese pensado que una nueva forma de trabajar tendría tanto sentido en tan corto plazo. Pero..si cambiamos las formas de trabajar, ¿no debieramos pensar nuevas formas de estructurar nuestras empresas? Les comparto la visión que tenemos en Seeds | Talent Hub..
El mundo ya estaba cambiando y por si fuera poco, sumamos una pandemia. Todo se aceleró. Industrias enteras se vieron forzadas a transformarse, adaptarse y reinventarse en cuestión de meses, o semanas: cambios en los hábitos de consumo, cambios en las formas de vender y en las formas de distribuir. Cambios en el consumidor, en el productor y en el intermediario. Lo único constante: los cambios.
Para sobrevivir en el mundo de hoy, tenemos que ser verdaderamente ágiles y flexibles. Tenemos que animarnos a evolucionar la forma en la que trabajamos y la manera en que interactuamos con los equipos. Solo así, podremos comenzar a hacer que las cosas pasen al ritmo de los cambios, el ritmo que necesitamos.
Pero, la gran pregunta: Nacho, ¿Cómo podemos ser verdaderamente ágiles y flexibles?
Okay, empecemos por la teoría (mi teoría).
A mí me gusta pensar las organizaciones, desde un punto de vista fundamental: su nivel de apertura hacia el ecosistema. De esta forma, podríamos decir que existen dos paradigmas fundamentales de estructuras organizacionales: las organizaciones cerradas y las abiertas.
Las organizaciones cerradas, son las organizaciones más tradicionales (y por ende, las que más abundan en la actualidad). Son empresas que establecen límites claros entre “ellos” y el “entorno”. Son empresas que apuestan y creen en su potencial a tal punto, que creen poder encontrar las respuestas a sus necesidades siempre desde adentro hacia afuera.
La mayoría de las personas que interactúan en este tipo de organizaciones son empleados en el concepto tradicional (FTEs). Sus departamentos de Recursos Humanos trabajan incansablemente para “cazar” (bajo el glamoroso concepto de “hunting”) a los mejores talentos y atraerlos con los mejores beneficios y planes de formación para que quieran siempre quedarse en su compañía.
Este tipo de compañías, por su lado, suelen ser grandes agentes de formación para las personas. Es tan complejo, costoso y largo el proceso para ingresar a una compañía cerrada que la expectativa está puesta en que esa persona pueda quedarse para siempre o al menos “durante un largo tiempo”. Por ello, este tipo de organizaciones están constantemente ofreciendo capacitaciones y formaciones para que sus empleados puedan ampliar o transformar sus habilidades a las nuevas realidades del negocio (procesos conocidos como “reskilling” o “upskilling”).
Las organizaciones cerradas, se enfrentaron en la última época a un cambio de paradigma que los obligó a pensar en transformarse. Las personas comenzaron a buscar nuevas formas de vivir y eso generó el interés en una nueva forma de trabajar. En el artículo “me tienen harto los millennials” cuento más en detalle mi propia experiencia.
El auge de nuevas formas de trabajar impulsó a empresas con mentalidad innovadora a intentar crear estructuras que acompañen este cambio, en vez de pelearlo. Aquellos precursores con mentalidad “anti-frágil”, se decidieron a tratar de aprovechar el contexto para explorar nuevas formas de gestionar sus equipos.
Así se dio lugar a lo que yo llamo organizaciones abiertas. Este tipo de empresas, son aquellas que se basan en los conceptos de Open Talent Economy. Básicamente, crean y fomentan los sistemas permeables, donde se permite que haya un flujo más sencillo de entrada y de salida. Son organizaciones modernas y colaborativas que se animan a buscar respuestas más allá de sus límites fijos.
Este tipo de organizaciones se animan a explorar nuevas formas de gestionar el talento: tienen empleados, freelancers, partners, start-ups y demás. Son empresas que parten de nuevos paradigmas culturales pero construyen nuevas formas de trabajo. Asumen que la gente ya no espera quedarse toda una vida en la misma compañía y por eso fomentan la rotación tanto interna como externamente.
Los departamentos de recursos humanos de las organizaciones abiertas (no suelen llamarse así) emplean su tiempo en crear nuevas formas de trabajo más ágiles y en fomentar la experiencia de las personas. A su vez, acostumbran a fomentar el trabajo por proyectos y a romper las estructuras jerárquicas tradicionales.
Las personas, dentro de este nuevo paradigma, son libres de elegir los caminos, los proyectos, los trabajos y las organizaciones donde quieren aportar su tiempo. Pero como todo poder, esta libertad conlleva una enorme responsabilidad: la de hacerse cargo de su futuro. Las personas asumen la responsabilidad de formarse, capacitarse e instruirse para consolidar su propio desarrollo. Eso, quita bastante de peso a la empresa.
Todo muy lindo, pero ¿Cómo puede una empresa cerrada comenzar a ser más ágil y flexible?
(Inicio de espacio publicitario, pero aún interesante)
Desde que empezamos a soñar con Seeds, siempre creímos en evolucionar la forma de trabajar, en crear un modelo que permita a las empresas aprovechar y gestionar de manera ordenada el infinito conocimiento que radica en el ecosistema abierto. Así fue que desarrollamos SmarTalent, un modelo de gestión de talento on-demand que tiene como objetivo ayudar a las empresas a transformar sus estructuras de una manera rápida y pensando en generar resultados sustentables y duraderos.
Es un modelo de colaboración abierta, que permite a las empresas vincularse con una comunidad de freelancers validados (Seeders), para llevar a cabo proyectos en conjunto. A través de Seeds, una empresa puede conseguir al equipo que necesita para su proyecto en tan solo 7 días y sin tener que transitar largos y costosos procesos de reclutamiento.
La comunidad de Seeders con la que trabajamos junto a las empresas está formada por más de 350 profesionales top-talent de diferentes perfiles: desde científicos de datos hasta creativos y diseñadores pasando por consultores, project managers o product owners. Todos ellos son validados desde lo técnico y lo cultural previo a su incorporación en un proyecto.
Para garantizarnos encontrar al equipo ideal para cada proyecto o necesidad, utilizamos un algoritmo de matchmaking que vincula la información de los Seeders con la necesidad del proyecto. De esta forma logramos que todos nuestros equipos tengan la motivación y el conocimiento suficiente para cumplir con los objetivos propuestos. (Si querés saber más sobre nuestro proceso, te recomiendo nuestro artículo “Buscar trabajo era un trabajo”)
Nuestra idea es brindar agilidad y flexibilidad a nuestros clientes. Ellos nos contactan con una necesidad, nosotros estructuramos los proyectos y seleccionamos a través de nuestro algoritmo a los Seeders más capacitados y más interesados en trabajar. Ejecutamos juntos y hacemos que las cosas pasen más rápido y sin tener que pensar en formar o reclutar personas.
Creemos, de manera muy genuina, que este modelo no entiende de barreras y por eso es que nos animamos a trabajar con empresas de diferentes tamaños y de diferentes lugares de la Argentina y el mundo. Al día de hoy ya tuvimos el placer de poder trabajar en más de 40 proyectos en más de 25 empresas diferentes. Desde Coca-Cola, Unilever o Tenaris hasta Sampp, pasando por empresas como Menara Construcciones.
En Seeds celebramos esta realidad, pero seguimos trabajando para mejorar. Sabemos que no tenemos todas las respuestas y por eso te invitamos a que vos también seas parte de este sueño. Te invitamos a soñar pero siempre con un plan que nos permita seguir nuestro objetivo: evolucionar la forma de trabajar. Esto recién empieza.
Si vos también querés ser parte de este nuevo paradigma, me podés escribir directamente o ingresar a nuestra web.
-------
El arte de la portada corresponde a mi amigo e ilustrador Nacho Huguenet y representa el primero de varios trabajos en conjunto que pretenden mezclar nuestras pasiones.