Les comparto una reflexión que hice sobre el hashtag#homeoffice y el uso que le vamos a dar a las oficinas post hashtag#covid ¿Y si dejamos de usarlas para trabajar?
El distanciamiento social llegó para quedarse y el famoso home office también. Salvo la industria automotriz, construcción y otras más (no voy a nombrar a todas las que no aplican). Todo trabajo que se pueda hacer de manera remota, podría mantenerse. Si se pudo aplicar en este contexto desfavorable que nos obliga a hacerlo, en un panorama de mayor "normalidad", será mucho mejor y más productivo ¿Y si a partir de ahora la mayor carga de trabajo la hacemos desde casa? ¿Qué va a pasar con las oficinas?
A modo disparador y para validar un poco mi hipótesis voy a citar a la polémica escritora francesa Corinne Maier. En su bestseller "Bonjour paresse" hace una crítica muy dura a la cultura corporativa francesa. Según ella, los trabajadores pierden mucho tiempo yendo a reuniones y trabajan muy poco. Corinne Maier explica que todo su trabajo lo puede hacer sola con su computadora sentada dos horas a la mañana.
Según iProfesional: "de un total de 11,7 millones de trabajadores cubiertos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), entre 3,1 y 3,3 millones se dedican a actividades que podrían ser realizadas desde el hogar". Más del 25% de los trabajadores podrían trabajar remoto.
De repente son las 5 de la tarde de un jueves y me pregunto a mi mismo (sí, hablo solo y en tiempos de cuarentena más todavía). Pero Lucas ¿Vos viste lo que son las oficinas de las grandes corporaciones? ¿Cuando van a volver a trabajar los miles de empleados que hay en Polo Dot de Saavedra? ¿Junio? ¿Noviembre? ¿Diciembre? ¿Y si dejan de existir las oficinas? Me quedo pensando...
A ver, conectemos los puntos y que algo de todo esto tenga sentido. Mal que nos pese, el covid y el distanciamiento social llegaron para quedarse. De la vacuna -por el momento- no tenemos certezas. Millones de trabajadores en la Argentina y miles de millones en el mundo se vieron forzados a convertir su casa en su gimnasio, su espacio de recreación, sus oficinas, su todo. Ahora bien, si pudimos con todo esto y de a poco vamos encontrando una dinámica de trabajo que más o menos funciona ¿Cómo volvemos a trabajar de vuelta en una oficina?
No entiendo ¿Te subís al ascensor y no apretás los botones? Le decís el piso que vas y te reconoce por un sistema de voz que está instalado como si fuera "ok Google" o "Alexa" de Amazon ¿Y entre cubículo y cubículo va a haber un acrílico que nos separe para que no nos contagiemos covid?
Ahora, cuando esto afloje y se empiece a flexibilizar el confinamiento ¿Qué vamos a hacer con tantas oficinas? Tantos millones invertidos en miles de metros cuadrados para que no tengan uso no tiene sentido. Lo que estamos viviendo probablemente tampoco y nosotros tengamos que encontrarle uno. Mi punto es el siguiente ¿Por qué no darle un uso cualitativo y no cuantitativo a las oficinas que ya están montadas?
Una vuelta de tuerca al asunto: ¿Es muy loco pensar que las oficinas se transformen en espacios recreativos? Imagínense este panorama, estamos en agosto/septiembre 2020 y las personas pueden salir de a tandas a hacer tareas específicas. Imaginate que el miércoles te toca ir a la oficina ¿Y si usamos ese día para tener una sola reunión sobre un tema específico? Obvio con distanciamiento social y tomando todas las medidas posibles.
Vas a la oficina dos o tres horas nada más, para tener una reunión y mostrar los avances de X proyecto y después hay juegos. O se charla sobre cómo estamos viviendo todo esto. Usamos el espacio y hacemos catarsis, contamos lo que nos pasa, lloramos, reímos, jugamos.
¿No les parece que eso sería una forma estratégica de fidelizar a las personas que trabajan en las compañías? Es miércoles: fuiste a la oficina, trabajaste una hora, te distendiste otra y la última hora tuviste una capacitación sobre metodologías ágiles. No sé, invento.
Me imagino un espacio grande, con una parte adentro, otra afuera -si es al aire libre, mejor- en donde cada líder de equipo piense en dinámicas y le solicite a recursos humanos los elementos necesarios. Por un momento eliminen de sus cabezas el concepto de oficina que ya tienen e imagínense un espacio en blanco con elementos plegables, armables y desarmables. Y de acuerdo a cada dinámica que necesite cada equipo, se va generando una oficina u otra.
Obviamente todo esto tendría que estar coordinado con una carga fuerte de trabajo diario en casa. Pero la oficina sería ese complemento para salir y despejar la cabeza. Un espacio en donde no haya que trabajar siempre. Desmitificar un poco ese concepto de "estuve mil horas en la oficina y trabajé un montón".
Siendo sinceros ¿Cuántas horas netas de trabajo realizabas cuando ibas a la oficina antes del covid? A esa cuenta descontale la hora de almuerzo, todas las veces que te levantás a hacer un mate/café, cada vez que abrís el diario o cuando te ponés a charlar con tu compañero sobre x tema. No digo que esté mal, para nada. De hecho a mi me encantan esos encuentros. Pero pienso ¿Si con toda esta locura del covid visibilizamos y blanqueamos que eso existe y está bueno? No siempre las oficinas son el mejor lugar para trabajar. Pero eso sí, pueden servir para el trabajo colaborativo y para tener una cultura organizacional robusta.
De las cosas que más extraño es ir al HangArt (cómo llamamos a nuestra oficina en Seeds). Sentarme y hablar sobre la serie de Fórmula 1 (Drive to survive en Netflix, veanla está buenisima) o discutir si el planteo táctico de Alfaro en la cancha de River fue un desastre o no. En esos momento soy feliz. En esos pequeños encuentros en dónde me quedo charlando, Seeds me fideliza y hace que quiera seguir trabajando en este startup que busca evolucionar la forma de trabajar. Y entonces me puse a pensar ¿Es posible que todas las empresas que se lo propongan puedan generar ese mismo efecto en sus trabajadores?
¿Cuál sería la solución? ¿Dejar de tener oficinas? No. Me imagino que por un factor de costos y productividad las empresas deberían achicar sus espacios de trabajo y resignificarlos. Las oficinas pueden no ser el mejor espacio para trabajar pero van a cumplir un rol fundamental en la cultura organizacional.
Un espacio de feedback y monitoreo de los proyectos que se están ejecutando. Un lugar de presentaciones y reuniones importantes. A su vez, me imagino estas nuevas oficinas como un espacio de encuentros. En dónde los trabajadores van a querer ir para distenderse y conectarse con los demás. Entiendo que esto no va a suceder de la noche a la mañana, que hay muchos factores contractuales y decisiones macro de las compañías que se van a seguir respetando y está bien que así sea. Pero en un mediano/corto plazo me imagino que las grandes corporaciones van a ir migrando hacia este modelo.
Oficinas resignificadas, con otros objetivos, pueden que no sean oficinas propias sino alquiladas por un tiempo determinado. O que cada tres meses se vayan cambiando y haya oficinas temáticas. Sigo pensando pero hago una pausa. Vos ¿Qué opinás? Te invito a que debatamos este tema que es super complejo entre todos y que resignifiquemos el uso de las oficinas como pura y exclusivamente un espacio de trabajo.