Una reflexión sobre el principio de la navaja de Ockham y cómo nos ayuda a pensar de una manera más efectiva en el desarrollo de productos, donde «en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable».
En el siglo XIV, Guillermo Ockham, un pensador de la época, afirmó que no hay que multiplicar los entes sin necesidad. Es decir, que una hipótesis es mejor cuanto más explica con menos elementos teóricos. Este principio se utiliza en la ciencia para elegir entre diferentes teorías o hipótesis, y prefiere la teoría que requiere menos suposiciones adicionales para explicar un conjunto de datos. Las teorías más simples son más fáciles de probar y refutar mediante la experimentación y la observación.
En el mundo del desarrollo de productos, a menudo nos encontramos con muchas opciones y características que podríamos agregar a nuestros productos. Para tomar decisiones efectivas, podemos aplicar la navaja de Ockham, que nos dice que la solución más simple suele ser la mejor.
En lugar de agregar una gran cantidad de características, debemos centrarnos en las características clave que resuelven los problemas de nuestros usuarios. Esto nos permite crear productos más enfocados y eficaces, y también nos ayuda a ahorrar tiempo y recursos en el desarrollo del producto.
Es importante recordar que aplicar la navaja de Ockham no significa sacrificar la complejidad o la innovación en nuestros productos. En algunos casos, una característica compleja puede ser la solución más efectiva para un problema. La clave es encontrar el equilibrio adecuado entre la simplicidad y la complejidad para lograr la mejor solución para nuestros usuarios.
Al enfocarnos en las características clave y encontrar el equilibrio adecuado entre la simplicidad y la complejidad, podemos desarrollar productos innovadores y exitosos. La navaja de Ockham es un principio importante a tener en cuenta al desarrollar un MVP (Producto Mínimo Viable). Al aplicar la navaja de Ockham, podemos determinar cuáles son las características clave que deben incluirse en nuestro MVP para que sea efectivo y satisfaga las necesidades de nuestros usuarios. De esta forma, podemos crear un MVP simple y enfocado que permita a nuestros usuarios experimentar con nuestra solución de una manera fácil y accesible. Al mismo tiempo, el MVP nos permite recopilar datos y comentarios de los usuarios para iterar y mejorar nuestra solución.
Con la navaja de Ockham, podemos crear un MVP efectivo y centrado en el usuario, lo que nos permite lanzar rápidamente nuestra solución y minimizar el desperdicio de recursos en características innecesarias.
Para los Product Managers, la navaja de Ockham es una herramienta invaluable para ayudarnos a desarrollar productos más efectivos y satisfacer las necesidades de nuestros clientes. ¡Así que dejemos que la navaja de Ockham nos guíe hacia el éxito!
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