El año 2024 se asoma en el horizonte, y con él, llegan 10 tendencias disruptivas que marcarán el rumbo en el mundo HR. Los ganadores en la carrera hacia el éxito serán aquellos que puedan afrontar con flexibilidad los nuevos desafíos, y adoptar estructuras ágiles y dinámicas. ¡Abróchense los cinturones y prepárense para un viaje hacia el futuro laboral!
La revolución tecnológica en el ámbito de la inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente la forma en que se concibe y desarrolla el trabajo. La IA generativa, en particular, se proyecta como un factor determinante en la configuración futura del mercado laboral, las trayectorias profesionales, y las dinámicas laborales.
En el panorama laboral actual, la inteligencia artificial no solo afecta nuestras tareas diarias, sino que redefine el propósito y la esencia misma del trabajo. Este cambio altera la forma en que trabajamos, así como las habilidades y competencias que son cruciales en el entorno laboral emergente. Sin embargo, la habilidad crucial para aquellos que buscan integrarse con éxito en este nuevo paradigma es reconocer las limitaciones de la IA y entender dónde aún es esencial la creatividad y la innovación humana.
La experiencia del empleado se vuelve vital mientras la automatización se encarga de tareas rutinarias. La conexión humana en la oficina se vuelve aún más crucial en un mundo donde la IA asume más responsabilidades. Las empresas se dan cuenta de que la experiencia del cliente y del empleado son igualmente importantes. No se trata solo de cumplir con mandatos, sino de construir una cultura donde el trabajo sea tanto significativo como entretenido.
Pareciera que la Generación Z (nacidos después de 1997) hubiera ingresado al mercado laboral hace muy poco tiempo. Para sorpresa de muchos, se estima que para el 2024 representarán un 23% de la fuerza laboral. Y para 2027, Millennials + GenZers representarán el 65% de la fuerza laboral, con los millennials ocupando roles de liderazgo.
Las empresas deben adaptarse a sus preferencias, que incluyen trabajo remoto, pero también desean interacciones cara a cara. La diversidad, el equilibrio trabajo-vida y la responsabilidad ambiental son prioridades. Las empresas deben ser auténticas y flexibles, comprendiendo que la oficina es más que un lugar, es una experiencia. La Generación Z no solo trae cambios, sino también una riqueza de ideas y creatividad.
El uso de los datos para tomar decisiones no es ninguna novedad. Datos, métricas y analíticas son fundamentales para corregir el rumbo e iterar hacia el éxito, especialmente en áreas como los espacios corporativos y las estrategias laborales.
Aquellos equipos y organizaciones que hayan adoptado la experimentación y el uso de datos han logrado un mayor éxito. Las prácticas laborales y los modelos de empleo cambiarán, y las organizaciones deben estar listas para adaptarse.
Trabajo remoto: ese romance de la pandemia que algunos pensaron que duraría para siempre. Pero la realidad es que el panorama está cambiando, y hay sentimientos encontrados al respecto. La semana completa de trabajo 100% remoto ya no es tan común. El péndulo global se está moviendo hacia modelos híbridos, tratando de encontrar ese equilibrio perfecto entre la creatividad en persona, la autonomía y la colaboración. ¿El resultado? El modelo híbrido se está volviendo tan popular que se espera que alcance un 81% de adopción.
Empleados y empleadores necesitan abrir la ventana de la comunicación y discutir juntos cualquier preocupación: ¿Cómo va a funcionar la hibridez? ¿Un día en la oficina, dos días, tres o cuatro? ¿Cuáles son las expectativas sobre la asistencia en persona y el trabajo remoto? ¿Cómo se gestionan las reuniones y eventos de la empresa para incluir a empleados tanto remotos como presenciales? ¿Hay algún protocolo establecido para la reserva de espacios de trabajo en la oficina en días específicos? La lista de temas a considerar puede ser larga…
Con tantas empresas permitiendo flexibilidad para trabajar desde casa o en modalidad híbrida, el número de días en la semana laboral está bajo la lupa de todos y, según las proyecciones, se inclinaría hacia una reducción. Las empresas están tratando de equilibrar muchas circunstancias: empleados que se mudan lejos de la oficina, equipos dispersos, líderes de viaje. Pero, claro, hay un montón de temas organizativos por resolver.
Las semanas de cuatro días están en alza y reflejan un cambio de mentalidad empresarial que pone en primer plano el bienestar y la productividad de los empleados. El 2024 se perfila como el año en que trabajar cinco días seguidos se vuelva tan retro como los pantalones oxford.
La economía gig ofrece flexibilidad tanto a empleadores como a trabajadores. Las estrategias de adquisición de talento deben incluir cómo interactuar de manera efectiva con freelancers, contratistas y trabajadores independientes. Estos talentos pueden aportar habilidades especializadas cuando se necesitan sin el compromiso del empleo tradicional a tiempo completo. Las empresas deberán adaptar sus prácticas de contratación y explorar cómo integrar a estos trabajadores gig de manera fluida en sus equipos.
Las tendencias laborales que dominarán el 2024 provocarán que el talento quiera quedarse. Mayor flexibilidad laboral, iniciativas para la salud mental, sostenibilidad empresarial, diversidad e inclusión (DEI), oportunidades de aprendizaje y tiempo para tareas con propósito gracias a la IA generativa. Todo este paquete está destinado a mejorar la experiencia completa del empleado.
Los días en los cuales el título universitario era un ítem crucial para cualquier currículum profesional están llegando progresivamente a su fin. Empresas de todo el mundo están adoptando un enfoque en el que consideran la idoneidad de un candidato a partir de las habilidades necesarias para el puesto buscado, incluso si no cuenta con un aval universitario o experiencia previa en el cargo.
A medida que el mundo avanza hacia un futuro más ecológico, las organizaciones que se nieguen a ir en esta dirección tendrán que rendir cuentas. En 2024, el lugar de trabajo será testigo de un nivel de sustentabilidad mucho más elevado, con un modelo empresarial respetuoso con el medio ambiente que se aplique en todas las operaciones.
Esto incluye la reducción de residuos, el uso de energías renovables, la inversión en economías circulares y el uso de materiales y tecnologías sostenibles. Las organizaciones deben idear iniciativas ecológicas que beneficien al planeta y a sus compañeros de trabajo, además de crear estrategias para reducir su huella de carbono.